Cuento

MIS ALAS SON MUY GRANDES.

Fue la tercer tarde de verano de agosto de 1985, cuando un grupo de jóvenes estudiantes de preparatoria, optaron por ir de campamento a los lugares escondidos del bosque en vez de clases, se divertían entre juegos de atrevimiento, bebidas alcohólicas, pases de coca, despojo de ropas y presencia de relaciones sexuales como si fueran programas de educación que salen National Geographic, donde muestran la vida de una especie, tan fascinante que los que no tenemos la fortuna de aventurarnos por el mundo natural, sólo nos queda disfrutarla por el televisor; tanta fue aquella orgía que por desdicha, al pasó de unos dos meses, la mayoría de las jovencitas notaron un crecimiento de estómago acompañado de vómitos, mareos, etc.; pues estaban embarazadas, tal fue el caso de Carolina…

El resto de las estudiantes atemorizadas por tal noticia, buscaron la manera de salir de este problema pues los padres de aquel tiempo su orgullo era que sus hijas llegaran puras al altar. Dos de ellas se escaparon para casarse con los respectivos padres de sus hijos, otra al no agradarles tal noticia a sus padres y a ella misma, y no descartar al chavo progenitor, porque mataba sus ilusiones con estudiar medicina optó por darlo en adopción. Mientras tanto a Carolina no le parecía la idea de ser madre, tan joven de diecisiete años, pues quería ser todavía libre, no depender de alguien… Quiso abortar pero para su fortuna ya era tarde pues cumplía ya con cuatro meses de gestación y eso era muy riesgoso para su vida.

Al no estar de acuerdo, fue abandonado aquellos cuidados que una mujer embarazada debe tener para que su hijo nazca adecuadamente y sin presencia de complicaciones tanto de la madre y del hijo…, ella seguía con su vida como si no hubiera pasado por aquel momento calenturiento de donde resultó uno de sus óvulos fecundado, para dar paso al desarrollo de un ser. No seguía sus limitaciones a tomar bebidas alcohólicas, a fumar, y a su alimentación, ya que por las mañanas sólo desayunaba una coca y un gansito extraídos de la tienda de sus padres, quienes estuvieron de acuerdo en darles su apoyo para que pueda tener al niño esperado; hasta que llegaba de la escuela se sentaba a cenar junto con sus progenitores, pero no adecuadamente pues lo único que había eran tortas de jamón con frijoles y refresco, todo porque al parecer las ventas no iban de lo mejor y para no evitar que le embargaran la tienda por no cumplir con sus pagos, buscaban la manera de hacer gastos mínimos. y no descartar el padecimiento de obesidad por los dos ascendentes, la hija al temor de ser como ellos comía solo la tercera parte de lo que le daban.
No siendo muy saludable su alimentación y más en el estado que presentaba, decayó y tuvo que ser hospitalizada tras un desmayo, ocurrido durante la clase de deporte, los médicos que la atendieron le detectaron cuadros de anemia, al paso de una semana internada y con una evolución adecuada, salió con aquellas llamadas de atención pues al estar esperando un hijo, su única tarea era cuidarse y alimentarse adecuadamente.

Parece que ni la presencia en el hospital le hizo cambiar de opinión, los esfuerzos de sus padres tampoco tenían fruto, su ayuda no le importaba a Carolina si moría su hijo, pues no lo deseaba, y así pasó el tiempo…

Me siento cansado, desde hace tiempo me duele, ¡no, por qué!, ¿será así?, la otra no se parece, ésta tiene unas cositas salientes y móviles, y ésta otra sólo una muy corta en comparación con la otra.
¡Oh!, aquí abajo hay dos, pero qué es blanco que sale, en la otra lo cubre algo y esta no además creo que esta deforme.
¡Ay! por qué me golpeas, me duele… a veces sueño que vuelo, cómo será mi mamá, tal vez me parezca a ella, ¡oh¡ ¿me querrá así?, ¿tendrá su espaldita abierta como yo?,
Siento que me ahogo, tengo sueño, me dormiré…

-La salud de su hija es muy grave- mencionó el doctor, asistente del caso de Carolina.
-Y él como esta- su padre.
-Lo sentimos lo ha perdido-
-Pero ¿cómo?-
-La situación de su hija empeoró desde a otra vez que la trajo y no hizo caso por seguir y recuperarse, lo siento pero si hubiera seguido una buena alimentación esto no pasaría. Además creo que esto era de esperarse pues el producto no se desarrolló adecuadamente, tuvo deformaciones, su espaldita estaba abierta no se cerró su columna, sólo presentaba un tronquito en su brazo izquierdo, y la piel y músculo no alcanzó a cubrir parte de su pierna derecha la cual a su vez se encontraba torcida, por los golpes que se daba su hija.
El comer, es necesario porque a través de ello, podemos obtener la energía para realizar cualquier movimiento, además para la renovación y crecimiento de nuestros tejidos, y el consumo de alimentos como papas, refresco, pasteles, etc., no era el adecuado para ella y el crecimiento de su bebé. Podemos sacar adelante a su hija, pero creo que debe aprender de esta experiencia.-


Al despertar otra vez en la cama del hospital, se dio cuenta que algo le faltaba, no veía y ni sentía aquella presencia en su vientre, no, no lo sentía porque yo ya estaba fuera, ahí acomodado en un pequeño recipiente, Tal vez me vea, mamá, mamá aquí estoy me puedes levantar… No señorita mi mamá está en esa cama ¿A dónde me lleva?; dile mamá que me quedo aquí contigo, mira mi cuerpo cómo lo meten en esa cajita blanca, no lo vas a sacar… no mamá no dejes que me cubran de tierra, no te vayas, no te vayas, quédate aquí conmigo…

Ya pasó más de tres año y mi mamá está apunto de casarse, ¡OH! pero que veo, si es verdad estoy esperando un hermanita…, ah! espero que se parezca a ti, que sea igual de hermosa, sabes no te tengo rencor se lo mal que te sentías, no fue tu culpa… al fin mi sueño se hizo realidad puedo volar como aquellos pajaritos, "mis alas son muy grandes"….